Carrasquilla: el hombre al servicio de las elites del país

Carrasquilla es un personaje peculiar, que ostenta de su desconocimiento a través de entrevistas en áreas que le corresponde conocer como el precio de la canasta básica o el ahorro en el hogar; especial en materia económica con sus amigos banqueros, prestamistas y dueños de grandes superficies.

Carrasquilla: el hombre al servicio de las elites del país

Columnista:

Esteban Gil Franco

«Colombia está dominada por una oligarquía política que convirtió la administración del Estado en un botín que se reparte a pedazos».

Luis Carlos Galán

 

Alberto Carrasquilla, actual ministro de Hacienda, posee una trayectoria pública en la cual ha tenido pocos aciertos, mas ha presentado cuestionables propuestas que se ven inclinadas hacia el beneficio de los más adinerados del país.

En diferentes espacios se ha catalogado como un «economista ortodoxo, de alta experiencia y confiabilidad» el cual es gustoso de la carga impositiva exagerada, el establecimiento de tarifas como el 4 x 1000 o la del 20 % a la telefonía celular, y aún más grave, de cimentar sus propuestas de reforma en la ampliación de recaudo a través del IVA.

Su polémico servicio en el Ministerio de Hacienda remonta sus inicios al año 2002 cuando asumió el cargo de viceministro durante el Gobierno Uribe, presentando propuestas como la aplicación de una tarifa del 2 % a productos básicos, rechazada por la Corte Constitucional en su momento. Cuando asumió el cargo de ministro en el 2003, amplió la aplicación del IVA y dispuso el aumento del 3 x 1000 al 4 x 1000, seguido por la propuesta ambiciosa de ampliar la base gravable del IVA y subir la tarifa general del 16 al 17 %, rechazada en el año 2004 por el Congreso de la República. En el 2005, a través de la Ley 1004, promovió las zonas francas especiales (ZFE), las cuales son espacios en donde una empresa, que «cumple con los requisitos de alto impacto del Gobierno» puede recibir beneficios tributarios y aduaneros, cobijando a unos pocos con desproporcionadas capacidades económicas.

Uno de sus escándalos más sonados fue el de los denominados «Bonos de Agua» entre los años 2008 y 2011, estrategia con la cual se buscaba subsanar el déficit económico por el cual se encontraban atravesando los municipios, gracias a la privatización del servicio de alcantarillado a través de la Ley 142 de 1994. Los privados constituían patrimonio autónomo para prestarle dinero a los municipios, con una tasa de interés alta y sin garantías de ejecución, por lo cual el Estado tuvo que acudir a subsanar la deuda insostenible de los entes territoriales y en 73 de los 108 municipios que acudieron a los bonos, no se llevaron a cabo las obras programadas.

Hoy, Carrasquilla ha liderado 8 reformas tributarias en el país y la más polémica, seguramente, es la que se presentó el miércoles, 14 de abril del 2021, al Congreso de la República, nombrada “Ley de Solidaridad Sostenible”, que de ello realmente tiene poco, ya que lo que se propone, ni siquiera el mismo ministro del hambre chileno, Gustavo Ross, se habría dispuesto a proponer en su momento. Lleno de insensibilidad social tanto de su parte como del Gobierno Duque, busca atacar profundamente durante la pandemia del COVID-19 el bolsillo de la clase media; ampliar la base de contribuyentes a través de la declaración de renta para personas que ganen más de 2,4 millones de pesos y continuar ampliando conforme el paso de los años; efectuar cobro de IVA al 19 % a servicios públicos como energía, acueducto, alcantarillado y gas domiciliario para los estratos 4, 5 y 6; entre otras disposiciones descabelladas para un momento coyuntural como este.

Sin duda, la política tributaria del Estado debe de adaptarse al gasto y las realidades socioeconómicas que se presentan, por lo que no necesariamente las reformas se han de ver como algo negativo, mas se debe considerar como un asunto de principal importancia el que nos encontremos en medio de una pandemia y los efectos han sido profundos para el pueblo colombiano, que día tras día sigue siendo afectado por las medidas restrictivas de respuesta que se deben tomar por las administraciones territoriales para mitigar riesgos de una masiva crisis sanitaria.

Carrasquilla, es un personaje peculiar, que ostenta de su desconocimiento a través de entrevistas en áreas que le corresponde conocer como el precio de la canasta básica o el ahorro en el hogar; especial en materia económica con sus amigos banqueros, prestamistas y dueños de grandes superficies; descarado con las clases bajas en favor de promesas que no son bandera del Gobierno Duque; y lo peor de todo, un hombre que se encuentra al servicio de las elites políticas y económicas del país.

Concluyo con una invitación para que todos los colombianos nos sigamos movilizando, sea de forma presencial o a través de las redes sociales si la responsabilidad con nuestros familiares debido a la pandemia nos obliga, para hacerle saber a este Gobierno y especialmente al ministro Carrasquilla que su “Ley de Solidaridad Sostenible” no es sino un hurto al bolsillo de forma directa.

 

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