Con tierra y sin cultivos: la realidad de los indígenas “terratenientes”

Los indígenas del país no pueden ser calificados de terratenientes (pese a que el matrimonio Lafaurie y Cabal así se sostenga en la mentira), pues no tienen la suficiente tierra para explotarla y ser considerados como tal. Aquí les explicamos.

Con tierra y sin cultivos: la realidad de los indígenas “terratenientes”

 

A raíz de lo sucedido en los últimos días en Cali donde la minga y la guardia indígena han sido protagonistas, varias voces han sentado su opinión en el tema. Una de ellas y que cobra notoriedad (pese a que sus acusaciones son falsas y de vieja data), es la de quien señala a los indígenas como acaparadores terratenientes.

Por ello, nos dimos a la tarea de verificar esta información.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que para octubre de 2020, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) tenía en sus registros 767 resguardos indígenas legalizados cuya área total asciende a 33 252 675 de hectáreas distribuidas en 28 departamentos del país, lo que representa el 29 % del total de la superficie de Colombia, que es de 114 174 800 millones de hectáreas.

Esto indicaría que en materia de propiedad rural, los indígenas son el segundo grupo poblacional con mayor cantidad de tierra en Colombia, después de los privados.

Sin embargo, hay que tener en cuenta un factor determinante, y es que los resguardos se administran de manera colectiva; es decir, que ningún individuo de las comunidades puede aprovechar la tierra de forma particular —como sí pueden los privados—. Además, tampoco se pueden negociar sus tierras individualmente.

De otro lado, el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Comida, territorio y memoria. Situación alimentaria de los pueblos indígenas colombianos de 2015 explica que la mayoría de la calidad de dichas extensiones de tierras en propiedad de los indígenas no es apta para la agricultura.

El mismo texto señala que, pese a que pareciera una desproporción que los indígenas (calculados en cerca de 1 378 884 de personas, un poco más del 3 % de la población colombiana) posean tal extensión de territorio, se debe tener en cuenta que muchos resguardos se ubican en zonas desérticas y selváticas con escasísima vocación agropecuaria, así como en los valles interandinos.

«Casi un tercio de la población indígena colombiana, que corresponde al pueblo Wayúu, vive en las desérticas tierras de la península de La Guajira. En Guaviare, Guainía, Amazonas, Vichada, Vaupés y Chocó la extensión de los resguardos cubre 26,7 millones de hectáreas, es decir, el 85,4 % del total, conformados por tierras con escasa vocación agrícola», explica el informe fechado en 2015.

Otro aspecto que hay que señalar es que de acuerdo con el Ministerio de Medio Ambiente (citado por El Espectador y por Colcheck en octubre de 2020), de la cobertura total de bosques del país, 26,10 millones de hectáreas están en territorios de comunidades indígenas. Es decir que dichas zonas tampoco se pueden sembrar.

En síntesis, los indígenas del país no pueden ser calificados de terratenientes (pese a que el matrimonio Lafaurie y Cabal así se sostenga en la mentira), pues no tienen la suficiente tierra para explotarla y ser considerados como tal.

Además, la escasa tierra apta para cultivar, los indígenas deben pelearla con ganaderos, traficantes de maderas, colonos y narcotraficantes que buscan usurpárselas, muchas veces a sangre y plomo.

 

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