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En pleno confinamiento, en Bello siguen desapareciendo mujeres, hombres y niños

“Mateo, no tenía ni amenazas ni problemas ni situaciones malucas en la casa. Todo estaba muy normal. Ese día fue saliendo solo de la urbanización en la que vivimos y no ha regresado".

En pleno confinamiento, en Bello siguen desapareciendo mujeres, hombres y niños

Autor:

Álvarez Cristian

 

Mateo Martínez Ruíz, es un joven de 25 años habitante del municipio de Bello, Antioquia. El pasado 7 de julio salió cerca de las 3 de la tarde del conjunto residencial donde habita en dicha localidad, vestía una chompa deportiva gris con líneas negras en las mangas y cuello redondo, un pantalón gris, y unos zapatos deportivos del mismo color que el pantalón.

Esa fue la última cuya familia lo vio. Mateo, ajusta ya más de 20 días desaparecido sin que haya pistas concretas de su paradero. Al igual que él, otras 27 personas  reportadas como desaparecidas (22 hombres y cinco mujeres, cuatro de ellos menores de edad) han tenido el mismo fin en dicha localidad del  Aburrá.

Habitualmente, las causas de las desapariciones de las personas son asociadas a problemas domésticos o —infortunadamente como sucede muchas veces en este país— a problemas de orden público como amenazas, “paseos millonarios” o secuestros con fines extorsivos hechos por organizaciones criminales.

Sin embargo, en el caso de Mateo, y en un patrón que se ha repetido con varios de los desaparecidos en Bello, nada de lo anterior sucedió, como señala uno de sus familiares.

Mateo, no tenía ni amenazas ni problemas ni situaciones malucas en la casa. Todo estaba muy normal. Ese día fue saliendo solo de la urbanización en la que vivimos y no ha regresado. No hallamos ningún patrón que podamos determinar como causante de la desaparición.

Al angustioso asunto que atraviesa la familia Martínez hay que sumar la poca información que han obtenido sobre el caso de su familiar, ya sea de la gente o de las autoridades. De la Fiscalía menos, esto no quiere decir que no estén haciendo nada, solo que no han informado sobre nuevos datos, pistas o algo similar — comenta el familiar de Mateo.

Alguno de los aspectos que más sorpresa ha causado entre los allegados de Mateo es que, cuando salen a buscarlo por las calles de Bello, varios habitantes de dicho municipio les han comentado de otros casos de desaparición casualmente en estos tiempos de cuarentena, donde la mayoría de personas están en sus casas.

Incluso, la Policía sí nos ha dicho que se han incrementado los casos de paseos millonarios, relata el familiar.

 

¿Qué está pasando en Bello?

Pero más allá de las percepciones, las cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses brindan la contundencia necesaria para hacer un análisis.

Para el año 2016, el municipio de Bello reportó 35 desaparecidos (29 hombres y seis mujeres), dos de esos casos fueron presuntamente por desaparición forzada.

En 2017, fueron 37 casos de personas desaparecidas en dicha localidad (28 hombres y 9 mujeres). Mientras que, en 2018 hubo un repunte de casi el doble de casos, pues los reportes de personas desaparecidas llegaron a 63 (50 hombres y 13 mujeres). Casualmente, el repunte de estos casos coincide con el inicio del deterioro del orden público en dicha municipalidad.

Para 2019 — y con la militarización de Bello e incluso la presencia de agencias de inteligencia internacionales (la CIA y la DEA)— se redujo un poco la cifra de personas desaparecidas en Bello ya que en todo ese año se reportaron 60 desapariciones (35 hombres, 12 mujeres y 13 menores de edad). En 2020 parece que se mantendrá la tendencia, pues como mencionamos anteriormente hasta junio van 27 casos de personas reportadas como desaparecidas.

Sin embargo, la cifra de 2020 causa mucha curiosidad porque —ya sea por acción de las autoridades o por las medidas de cuarentena para enfrentar la pandemia— hay una reducción histórica en la mayoría de cifras de crímenes (exceptuando los ciberdelitos) en todo el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, incluyendo Bello.

Según la Policía en este semestre se registraron 204 homicidios, 162 menos que en el mismo periodo del 2019, lo que indica una reducción del 44 %. Igual pasó con los casos de riñas que en el primer semestre de 2020 contabilizaban 1201 frente a 3023 de 2019, es decir una reducción del 60 %.

Similares cifras arrojan las diferentes modalidades de hurto que en los seis meses que van de este año registraron 7990 casos, 9513 hurtos menos que en el 2019; una reducción del 60 %. La disminución en la extorsión es de un 68 %; 241 casos menos que en el mismo periodo del año pasado. El hurto de celulares tuvo una disminución del 51 % al presentarse 3125 casos menos frente a los 6173 del mismo semestre de 2019.

Se puede apreciar que, casi todos los demás crímenes han bajado, pero la desaparición —al menos en Bello— continúa a un ritmo similar a como si no estuviéramos confinados en medio de una pandemia.

 

Que aparezcan pronto

Como bien se sabe, en el municipio de Bello actualmente se lleva a cabo una lucha entre las facciones criminales de Pachelly, El Mesa y Niquía-Camacol que desde el año pasado ha dejado una buena cantidad de muertos en dicha localidad. Sin embargo, pese a la reducción de la mayoría de delitos en dicho municipio gracias principalmente al confinamiento, la maquinaria criminal no se detiene allí.

Así lo demuestran hechos como la muerte de alias “Tití”, el mediático funeral de alias “El Oso” (que incluyó romería, caravana de hombres armados y tiros al aire) y el asesinato de una pareja en el barrio Cabañas el pasado mes de junio.

Para algunos habitantes de Bello, la desaparición de personas en este enrarecido ambiente parece ser parte de esa tenebrosa dinámica de la guerra que, como siempre, se ensaña con los inocentes y los que nada tienen que ver, pero que se convierten en víctimas por estar en el momento y lugar equivocados.

Sea como fueren las cosas, desde La Oreja Roja nos unimos al clamor de los familiares de los desaparecidos que exigen la aparición inmediata de sus allegados —así como el fin de este horrible flagelo— y más acción por parte de las autoridades.

 

Nota: Desde La Oreja Roja nos intentamos comunicar con las autoridades bellanitas sobre este caso. Al indagarle al comandante de la Policía de Bello sobre el aumento de casos de desaparición, el oficial nos dirigió a la Fiscalía. La Personería Municipal —por medio de derecho de petición— remitió nuestra solicitud a la Secretaría de Gobierno de Bello y a la Comandancia de Policía de este municipio. De otro lado, a través de WhatsApp intentamos hacerle la misma pregunta a la secretaria de Gobierno, Isabel Ortega Pérez, pero no obtuvimos respuesta.

 

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