Autor:

Elkin Giraldo Castellanos

Perú

Luego de ganarle en la contienda a Keiko Fujimori, hija de Alberto Fujimori, condenado por crímenes de lesa humanidad, Pedro Castillo, maestro rural y sindicalista, logró llegar a la presidencia del Perú en el 2021, y aunque fue larga la batalla, su lápiz y su capacidad de interpretar el momento, lo llevaron a la victoria. Perú, patria limítrofe con la colombiana es una gran aliada para la conformación de un nuevo bloque que se piense propio y deje esa mirada euro centrista. 

Bolivia

Después que Jeanine Áñez, hoy condenada a 10 años de prisión por el golpe de estado contra Evo Morales, usurpara el cargo de la presidencia en Bolivia, Luis Arce, integrante del MAS (Movimiento al Socialismo) fue elegido  para continuar los programas que se iniciaron con su antecesor, ayudas a la población más vulnerable, disminución de la brecha de desigualdad  y el fortalecimiento del mercado interno se destacan entre los avances del estado plurinacional.

México 

Fueron exactamente 12 años los que tuvo que esperar Andrés Manuel López Obrador desde ese primer intento para llegar a la presidencia en el 2018. AMLO cómo es reconocido, fue el primer presidente abiertamente de izquierda elegido con un porcentaje de 53,19 %, es un país dónde su población se estima es de 128 millones de personas.

Honduras

De Honduras poco o casi nada se habla en Colombia, no nos enseñan de la resistencia de los países centroamericanos. Xiomara Castro, esposa de Manuel Zelaya, quién por un golpe de estado tuvo que abandonar su cargo, es ahora quien dirige  al país. Cuando Zelaya fue destituido obligándolo a irse del país, su esposa y miles de hondureños no descansaron un solo día para recobrar lo que les habían arrebatado: la dignidad.

Chile

En Chile pasó algo semejante a Colombia y es que Gabriel Boric fue elegido después del estallido social que se inició por la protesta de jóvenes que reclamaban por el alto costo en las tarifas del transporte. Boric que se forjó en la lucha estudiantil, es el presidente más joven de Latinoamérica con tan solo 36 años. El mandatario promete reivindicar los ideales de Salvador Allende, dejando atrás el pasado oscuro que estuvo marcado por la dictadura de Pinochet.

Sin duda Latinoamérica marca una ruta progresista en una región donde los problemas se asimilan,  en donde salir de la pobreza y mejorar la calidad de vida se hace necesario. Una región que durante décadas ha sido saqueada por gobernantes que no hicieron otra cosa que darle la espalda a sus territorios, hoy se levanta y exige un estado con mayor presencia y eficacia para avanzar.

Es cierto que este nuevo avance progresista es justamente eso: nuevo. Aunque los ideales siguen siendo los mismos, una patria justa, emancipación, soberanía, los dirigentes de este «nuevo progresismo» tienen como eje central la lucha contra el cambio climático, lucha que hoy abandera el presidente electo de Colombia Gustavo Petro.  

Los ojos ahora se vuelcan a las elecciones de Brasil, el país más grande de Latinoamérica, pues son altas las probabilidades de que Ignacio Lula Da Silva en Octubre de este año sea elegido presidente. Su rol será determinante en este mapa regional que hoy se pinta de esperanza.

Y aunque en todos los casos, las empresas dedicadas a los medios de comunicación han querido defenestrar cada gobierno progresista que vuelve a abrir el camino, se olvidan que en realidad es el pueblo el que regresa.