Columnista:

Álvarez Cristian

Luego de más de cinco días esperando al sol y al agua, en un operativo conjunto entre el Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea por fin se pudo recuperar el cuerpo del indígena Ernesto Jumí murió tras pisar una mina antipersonal enterrada dentro de su resguardo.

Jumí, de 32 años de edad, era miembro del pueblo Embera Eyabida de pertenencia al resguardo Jaidukamá, ubicado en la vereda San Matías del municipio de Ituango, Antioquia, a dos días del caso urbano.

El pasado 8 de septiembre, mientras trabajaba en su parcela dentro del resguardo, el indígena activó accidentalmente el artefacto explosivo irregular que lo mató hace ya casi una semana.

En la denuncia que hizo la Organización Indígena de Antioquia (OIA) por las demoras para la recuperación del cuerpo por parte de las autoridades judiciales, esta entidad señaló que, si bien desde hace más de 20 años dicho resguardo tiene amenazas de minas, en la zona que fue asesinado Jumí se desconocía la presencia de estos artefactos explosivos.

El Territorio de Jaidukamá está minado desde hace más de 20 años y ahora vemos que hay más minas antipersonales, lo cual mantiene confinados a los comuneros y las comuneras en su territorio por lo que no hacen goce efectivo de sus derechos territoriales y en razón a ello, la vulneración de más derechos asociados.

Finalmente, luego de más de 120 horas de espera, una operación de extracción de los restos mortales de Jumí (que también se retrasó por las condiciones metereológicas) fue llevada a cabo por hombres de la Séptima División del Ejército y de la Policía Nacional que contaron con el acompañamiento de un helicóptero Arpía de la Fuerza Aérea Colombiana.

Tras la recuperación del cuerpo, fue llevado al caso urbano de Ituango y posteriormente a Medellín para la realización de las labores técnicas pertinentes a cargo de la Fiscalía.

En el documento que publicó la OIA, se denuncia también que, pese a que los Acuerdos de Paz priorizan las tareas de desminado en territorios indígenas, el Gobierno nacional a cargo de Iván Duque se ha desentendido de esta tarea.

Vemos como para el año 2020 el Gobierno Nacional ha cambiado de prioridades en el desminado y ha dejado de lado el Municipio de Ituango y desconoce que hay minas antipersonales en otras zonas del departamento como la zona de Occidente Antioqueño.

La Organización Indígena de Antioquia clama la atención prioritaria para los resguardos, ya que a través de múltiples alertas tempranas ha expuesto el riesgo latente al que están sometidas las comunidades por las minas antipersonas y por la presencia de varios grupos ilegales en sus resguardos, situación que no ha sido atendida por las autoridades competentes de manera adecuada.