21.11.2019

Autor: Andrés Villa

  ¡Qué terror el paro nacional! Con mentiras y falacias están convocando una protesta violenta, esos vándalos quieren destruir el país, ¿por qué mejor no trabajan? Esas marchas no son más que una estrategia del Foro de Sao Paulo para bloquear el Gobierno de Iván Duque y desestabilizar el país. No se asusten, esos son los argumentos que el Centro Democrático y sus seguidores han usado contra el paro nacional del 21 de noviembre. Pero ¿Qué tan ciertos son y cuál es la realidad?  

La verdad de las mentiras

La semana pasada el presidente Iván Duque aseguró: “muchos están llamando a la protesta violenta usando falacias”, desmintió que fueran a destruir Colpensiones, y la actual existencia de una reforma pensional o laboral, y también dijo que no han propuesto pagar el 75% del salario mínimo a jóvenes, efectivamente esta última fue una iniciativa de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif). Aun así, Duque olvidó mencionar que Jhon Jairo Berrío, representante a la Cámara del Centro Democrático, sí presentó en el Congreso un proyecto de ley que pretendía acabar con el régimen de prima media administrado por Colpensiones. Algunos congresistas interpretaron esto como el fin de Colpensiones y, el revuelo fue tal, que 9 días después por medio de una carta, Berrio solicitó retirar la propuesta (proyecto de ley 175 de 2019). Asimismo, el joven Iván Duque omitió recordar que el proyecto de ley 212 de 2019 fue radicado por el líder de su partido, Álvaro Uribe Vélez, y firmado por toda la bancada del Centro Democrático. Esta propuesta, aunque no es una reforma laboral, sí busca un pago por horas a los trabajadores y otros cambios al sistema laboral del país que han recibido varias críticas.

Que no pretenda Duque desligarse de su partido y de sus iniciativas, pues nunca ha salido a pronunciarse en contra de estos dos proyectos.

Por otro lado, hay que recordar la recomendación de la OCDE de que Colombia debe asumir “reformas valientes” y subir la edad de pensión. El Gobierno Nacional ha sostenido que sí habrá reforma laboral y pensional, pero que no aumentará la edad de jubilación. Sin embargo, teniendo en cuenta que los proyectos de ley citados anteriormente fueron presentados por el mismo partido del presidente Duque, pues es muy comprensible que una parte del país esté a la defensiva por estas futuras reformas. Además, es muy gracioso que el Centro Democrático denuncie mentiras en su contra, porque, por otro lado, María Fernanda Cabal comparte una imagen falsa sobre unos supuestos terroristas del Foro de Sao Paulo que en realidad eran famosos youtubers, y José Félix Lafaurie, presidente de Fedegán y acérrimo uribista, tildea a una obra de teatro de ser un ritual satánico para incentivar el paro: claros ataques a la protesta social y reales falacias.  

Cambiaron de Fantasma

La estrategia del miedo le ha dado buen resultado al Centro Democrático: así ganaron con el “No” en el plebiscito por la paz, lograron asustar a las personas con que le iban a entregar el país a las Farc; luego, alcanzaron la Presidencia de la República, aprovechando la crisis del vecino país para atemorizar a los ciudadanos con que el castrochavismo iba a convertir a Colombia en otra Venezuela. Ahora, el nuevo fantasma es el Foro de Sao Paulo que supuestamente estaría detrás de las protestas de América Latina, y por ende, del paro nacional del 21 de noviembre en Colombia, con sus anarquistas internacionales para bloquear el Gobierno de Iván Duque y desestabilizar el país: esta idea del uribismo es sencillamente absurda. El Foro de Sao Paulo es una reunión de partidos políticos de izquierda en el que sus asistentes intercambian ideas y experiencias, pero este ha ido perdiendo fuerza con el paso del tiempo y desde su fundación en 1990 por Lula Da Silva.

No hay conocimiento de que este foro haya desestabilizado alguna democracia y tampoco hay pruebas de que esté detrás de la ola de protestas en América Latina.

Incluso, el único gobierno que ha caído a raíz de estas manifestaciones es un gobernante de izquierda que ha participado en diferentes ediciones de este foro: Evo Morales. Es evidente la intención de los militantes del Centro Democrático por deslegitimar la protesta social, que además es un derecho constitucional. El paro nacional no es una estrategia del Foro de Sao Paulo, sus organizadores son diferentes gremios de trabajadores, profesores, estudiantes, indígenas y transportadores. Y tampoco son anarquistas internacionales que pretendan destruir el país, solo son gente del común que quiere expresar su inconformidad con una administración que no los escucha. Antes, cuando eran oposición, Álvaro Uribe Vélez y su partido invitaban a marchar contra el Gobierno de Juan Manuel Santos; pero ahora que están en la presidencia, la protesta social ya no les sirve: estigmatizan a los manifestantes,  el Ejército es llamado a primer grado de acuartelamiento, y también, acérrimos seguidores del uribismo crean grupos de resistencia antidisturbios. A pesar de todo, es claro el gran apoyo que está recibiendo el paro nacional de diferentes grupos políticos, hasta de famosos cantantes e incluso de la recién coronada señorita Colombia. Además, de acuerdo con la última encuesta de Gallup Poll, los colombianos encuestados están más abiertos con la protesta social, y el disgusto general la relaciona con el Gobierno para que atienda las necesidades de la sociedad.

Esto solo indica que no es el pueblo quien tiene miedo, sino aquel que trata de reprimir su salida a las calles: son los del Centro Democrático los que le temen a la protesta social.

A ellos les da terror imaginar un 21 de noviembre con las calles llenas de gente expresando su inconformidad con el Gobierno, pues esto significaría el fracaso o impopularidad de sus políticas y el inicio del fin del uribismo.