Autor:

David Zapata Lozano 

Es muy común escuchar en la gente de clase media y alta, decir frases como «El pobre es pobre porque quiere», «Quieren todo regalado» y otras más. Vamos a exponer algunos puntos y usted como lector concluirá si estas frases tienen algún argumento verídico o son solo prejuicios.

El premio nobel de economía Joseph Stiglitz, a lo largo de su obra ha criticado la medición económica tradicional como el producto interno bruto (PIB), el cual es una forma obsoleta de medir el desarrollo económico de un país, puesto que deja de lado las desigualdades presentes. Es por esto por lo que se han implementado nuevas formas de medición económica. Un ejemplo claro es por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y su indicador de la movilidad de ingreso intergeneracional (Income Mobility Across Generations), que calcula cuántas generaciones son requeridas para que una persona nacida en una familia de bajos recursos llegue al ingreso medio de la sociedad.

¿Usted se estará preguntando cuántas generaciones se necesitan para el caso colombiano? Tal vez se sorprenda o tal vez no. Para su conocimiento, en Colombia se requieren 11 generaciones; algo así como 220 a 330 años (según la OCDE) para que una persona de escasos recursos llegue al ingreso medio de la sociedad. Mientras, en países como Dinamarca son solo 2 generaciones es decir de 40 a 60 años, o países de la región como Chile y Argentina requieren 6 generaciones (120 a 180 años); por otro lado, en el caso de Brasil, se requieren de 9 generaciones (180 a 270 años). Entonces, ¿el pobre es pobre porque quiere?

Como dato curioso una generación se considera es de aproximadamente entre 20 a 30 años, promedio de tiempo en que un niño se vuelve adulto y empieza a tener descendencia, también es un grupo de personas que se ven marcadas por acontecimientos históricos como guerras, cambios tecnológicos, crisis económicas etc.  Aquí puede conocer a qué generación pertenece.

En un país como el nuestro, la pobreza monetaria fue de 42,5 % para el año 2020 (según el Dane), esto quiere decir que, alrededor de 21 millones de personas en todo el país sufren este mal. Cabe recordar que para estar en este grupo debe tener un ingreso menor a 331 688 pesos mensuales. Si es difícil vivir con el salario mínimo (908 526 pesos) imagine vivir con casi la tercera parte de este. Si lo anterior es trágico, suponga que ahora pertenece a uno de los 7,5 millones de personas, que se encuentran en pobreza monetaria extrema; es decir, vivir mensualmente con menos de 145 000 pesos, y esto, hablando solo de pobreza monetaria.

Si observamos la pobreza, no es solo monetaria, pues Naciones Unidas la describe de la siguiente manera:

Es un fenómeno multidimensional que puede traducirse en factores objetivos, como la falta de recursos para satisfacer las necesidades básicas para la supervivencia, o subjetivos, tal cual la privación de la participación social por cuestiones relacionadas al género o etnia.

Por otro lado, siguiendo con el Dane, alrededor de 12 millones de personas en nuestro país; esto es, casi el 25 % del total de Colombia no puede comer tres veces en el día, e incluso, se presentan casos en los que solo se puede costear la comida una vez por día.

Si esto no es suficiente podemos ver cómo, además, el acceso a la educación en Colombia está muy rezagado. Según cifras del Ministerio de Educación, al año 2019, solo el 44 % de los estudiantes matriculados en primero de primaria terminan graduándose de bachillerato, o solo 44 personas de 100 matriculadas logran graduarse. Adicional a esto, la población NINI (ciudadanos entre 14 y 28 años que no trabajan ni estudian) correspondiente al 27 % de esta población colombiana; en esta edad, se encuentran en ese grupo.

Cabe aclarar una cosa: la pandemia no es la responsable directa por todos los males en Colombia; esta solo los aceleró, porque el deterioro de todos los indicadores viene ya de tiempo atrás debido a políticas erróneas y pasajeras que deconstruyen. Pues todo gobierno nuevo nunca intenta seguir con lo que ya se venía trabajando.

Exigir equidad e igualdad con tantas carencias presentes en nuestro país, ¿es querer todo regalado?